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Heraldo de Madrid

El fascismo español, partido por gala en dos

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Primo de Rivera y Ledesma Ramos se han colocado frente a frente

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Ledesma dice que Primo tiene una mentalidad feudal y que Falange Española queda desmantelada con la escisión de las J.O.N.S.

¿Terminará con esta separación el fascismo en España?

 

 —¡Jons! ¡Jons! ¡Jons!...

El grito se expandía por la llanura castellana. Los paseantes, los curiosos vecinos de Carabanchel miraban sorprendidos, boquiabiertos aquella demostración fascista de una cuarentena de jóvenes, capitaneados por José Antonio Primo Se Rivera.

—¡Jons! ¡Jons! ¡Jons!...

El grito se repetía unánime y rotundo. Los ciudadanos de la república no salían de su asombro. Al pie mismo de Madrid, a plena luz del día. sin tapujos ni pretextos se llevaba a cabo una «gran» parada fascista. El asunto dio juego. Se ocuparon de él los periódicos. Primo de Rivera apechó con la responsabilidad de todo y...

Pero aquel grito de guerra, desafiante y altanero, llevaba dentro el bacilo del descontento. El mismo día de la «parada» ya se habían señalado dos direcciones opuestas en los mandos. Ledesma Ramos y Nicasio Álvarez de Sotomayor, lugartenientes del jefe, mostrándose fríos con él y con su segundo, «el marquesito». Pasaron unos meses, y el bacilo del descontento arraigó en las «milicias». Primo de Rivera era amigo del parlamentarismo. Primo de Rivera mantenía continuas conversaciones con D. Fernando de los Ríos. Primo da Rivera utilizaba frases llenas de demagogia que no creían sinceras los que le conocen bien. Y surgió la ruptura. El «marquesito» se fue de las filas de Falange el primero... Ahora la escisión ha sido terrible para las Huestes de José Antonio. El «marquesito» no le importaba gran cosa.

¿Un voto menos en la Cámara? Bah!... Lo quo sí entraña, sin duda, para él una gran importancia es esta escisión de las Jons y la nota que la Prensa ha publicado, firmada por los dirigentes...

 

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Y como la cuestión es periodística, interesante y de actualidad, el reportero —¡tantas veces amenazado por los fascistas!— no ha reparado en ponerse en contacto con el sector más importante de los descontentos para dar a los lectores una información exacta, veraz, de lo que constituye este «frente» a frente en el seno del fascismo.

He aquí, pues, sin quitar una sola palabra, la conversación mantenida entre dos enemigos: el reportero de HERALDO y el directivo de Jons Ledesma Ramos:

—Ante todo Ledesma, ¿por qué han intentado ustedes varios asaltos a mi Redacción?

—Nosotros, no.

—Ustedes, sí.

—Le digo que no.

—¡Y yo que sí!

Ledesma Ramos, que está sentado junto a Álvarez de Sotomayor, cambia con este una mirada. Luego los dos se echan a reír.

—¡Esas son cosas de otros!... Nosotros vamos a la acción directa, pero no de esa forma. Si había algo contra ustedes los del HERALDO era porque les tomaban mucho el pelo... y porque son ustedes furibundos antinacionalistas.

—¡Ya!... ¿Quiere usted decirme por qué se han separado ustedes de falange?

—Verá usted, Primo de Rivera tiene una mentalidad feudal, que opera en política con unas docenas de mercenarios y un grupo reducido de amigos equivocados, aunque sinceros, que tienen un espíritu pretoriano incompatible hondo de la dignidad humana.

—Pero .. ¿qué son?

—Nosotros somos nacionalistas, preocupados por el destino de España; y creemos que corresponde sólo al pueblo laborioso la defensa y la exaltación de España, no ha grupos oligárquicos de privilegiados de la fortuna ..

—Nosotros somos antimarxistas y revolucionarios por creer precisamente al marxismo en una posición fracasada que escamotea la revolución nacional española.

—¿Cuáles son sus deseos?

—Queremos la nacionalización de los bancos, así como la de todos los medios de Admitimos, sin embargo, la propiedad privada, las economías particulares, con las limitaciones que había que ponerles la existencia como organismos públicos de las corporaciones y de los sindicatos.

—¿Cómo queda ahora la fuerza de Primo de Rivera?

—Queda falange desmantelada, pues la escisión de las Jons equivale a desprender de aquella, de una parte, el grupo intelectual, teórico, que ha creado las doctrina como, Jiménez Caballero, Juan Aparicio, Bedoya... Y de otra, el grupo de organizadores y agitadores, Ledesma Ramos, Redondo Ortega y Álvarez de Sotomayor: es decir, los intelectuales y toda la base popular, revolucionaria, obrera del

—Primo de Rivera utiliza una palabrería demagógica: pero son notorias sus relaciones con la alta Banca y los grandes terratenientes andaluces. A la vez que dice querer la revolución nacionalsindicalista pide dinero a los directores de los Bancos y a los grandes terratenientes.

—Todo esto que usted dice, Ledesma, es grave.

—Pues lo digo una y mil... Nosotros tenemos fe en el pueblo. A él acudirá la Jons, propagando la desconfianza en el sistema parlamentario y en las libertades de la democracia burguesa que sólo favorece a las clases ricas.

—Intervino Sotomayor:

—Y diremos a los obreros que sus enemigos no son siempre los patronos, y que los verdaderos beneficiarios de la actual economía son los especuladores y grandes prestamistas, enemigos de patronos y obreros Nuestros Sindicatos nacionalsindicalistas, organizados por mí, antiguo dirigente de la C.N.T., tienen hoy solo en Madrid unos 1.500 obreros trabajando y unos 2.000 parados.

Volvió a tomar la palabra Ledesma Ramos:

—Primo de Rivera se ha quedado con unos 12.000 afiliados en toda España, y con unos 200 en Madrid.

—¿Irán ustedes a la lucha en las próximas elecciones?

—Sí, claro. Somos enemigos del parlamentarismo; pero tenemos que hacer oír nuestra voz en la Cámara... Somos jóvenes, y de frente al apocamiento de las izquierdas y la impotencia manifiesta de las derechas queremos ser la esperanza del pueblo español...

— · —

 

El fascismo, lo que unos cuantos señores llaman fascismo, ha quedado partido por gala en dos. Primo de Rivera y Ledesma Ramos se han colocado frente a frente. Ahora sólo queda que en esos dos campos haya nuevas escisiones para que respiremos libres los que tenemos las ventanas del alma abiertas a otros aires de renovación.

Criado y Romero

[Heraldo de Madrid, nº 15.271, Entrevista publicada el día 18 - enero - 1935, p. 16]