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La Patria Libre
La Patria Libre (Número 3)

En nuestro primer número expusimos el deseo de dar por terminado el tema de la ruptura con los dirigentes falangistas. No nos es posible. Y lo sentimos. Tenemos hoy que volver brevemente sobre el tema y denunciar a todos los camaradas el tipo ruin y miserable de pelea que nos ofrecen los tales elementos. Pretenden, al parecer, no dejarnos un día tranquilos, y desde luego acabar con LA PATRIA LIBRE y con las J.O.N.S. Claro que si no han tenido todavía éxito en nada, menos lo van a tener en su pugna con nosotros. De eso estamos seguros.

Pero no creemos ocioso decir públicamente a los camaradas jonsistas, y hasta los elementos sinceros y limpios de F.E... que Primo y su camarilla apelan a todo para perturbar nuestro camino nacional-sindicalista. Con su habilidad -nunca negada por nosotros- de rábula, nos han liado en varios procesos, demostrando una mala fe y una ruindad insuperables.

Y no hay día en que alguno de los dirigentes de las J.O.N.S. no sea provocado en la calle por alguno de los diez o doce rufianes asalariados de que dispone. Eso es suficiente para juzgarlo. No tiene ni el natural y obligado gesto de arreglar personalmente sus conflictos, que a él, y sólo a él, le afectan, puesto que con él, y sólo con él, han declarado públicamente su incompatibilidad política los jefes de las J.O.N.S.

Una vez más recomendamos a todos los camaradas que tengan calma frente a esas provocaciones. Que las afronten con serenidad y sólo las contesten cuando rebasen el límite de la dignidad humana.

(«La Patria Libre», n. 3, 2 - Marzo - 1935)