[Copia a máquina de una carta de Ramiro Ledesma dirigida a Onésimo Redondo Ortega. Sin firma. Archivo Ramiro Ledesma Ramos]

Madrid el 18 Noviembre de 1931

Querido Redondo:

El día mismo que estuviste en Madrid, te escribí una carta que supongo habrás recibido. He lamentado mucho no haberte visto, buen hay bastantes cosas de que hablar, cosas que no se prestan a la vía epistolar, sino que requieren la palabra directa. Comprendo como enfocas la actuación de nuestro grupo, exigiendo la presencia inmediata en la pelea. Cada día dudo mas que este sea en efecto nuestro primer deber, sobre todo a tontas y a locas. Nuestras JUNTAS no pueden robustecerse mientras el peligro de la canalla marxista no gravite con más furia sobre la Patria. Hay que esperar, pues. Solo nos toca ahora conseguir una organización con entusiasmo y arrestos para la lucha próxima. Insisto en esto de próxima. Nos es imposible apoyar ni de lejos la campaña revisionista. Sabes que hay en nosotros un particularísimo afán de distanciarnos de las viejas organizaciones sean del color que sean. Y es notorio que todos los oradores revisionistas son sospechosos –sus barbas y canas lo denuncian– de participar con los demoliberales en el guirigay de la España fracasada. A nosotros nos guía una ambición mayor que la de reaccionarios ante unos intereses heridos por el régimen. Ahora bien en la lucha contra el marxismo seremos implacables. Te adjunto una hoja pasquín que indica nuestro odio.

Respecto a lo que me dices sobre las posibilidades universitarias de esa, estimo que convendría que un núcleo aunque fuera pequeño ahí existente nos reclamase. Quizá fuera preferible dar una conferencia a los estudiantes, y yo me encargaría gustoso de ello.

Progresamos en la organización de las Juntas, el Domingo 28, daremos un mitin en Segovia, y el Domingo siguiente nos animaremos a marchar a Valladolid. Antes de esto, claro, habíamos de hablar.

Cordial saludo.