No vacilamos en anunciar que nuestros propósitos alcanzan gran radio. Sin reñir con la modestia, proclamamos desde este primer número que el ánimo y el esfuerzo del grupo redactor estarán a la altura de las dificultades que se presente.
Ahora bien, pretendemos que nuestros lectores -aquellos que se sientan ligados a las ideas y rumbos que señalamos- pulsen día a día, número a número, el forcejeo inevitable en que sin duda nos hemos de ver envueltos. Y que se acerquen a nosotros de tal modo que el catalejo sea innecesario, utilizando la mirada directa.
En una palabra, cuanto deseamos decir es que con NUESTRA REVOLUCION no nace un simple periódico, sino una actividad en marcha, cuyo éxito y realización sólo es posible si logramos que participen en ella núcleos poderosos de españoles.
Aspiramos a que todos nuestros lectores, por el hecho de serlo, tengan entre sí tal número de coincidencias firmes, que justifiquen su presencia en una misma trinchera de lucha.
Necesitamos apoyos, adhesiones, hombros que se junten con los nuestros para llevar al triunfo la bandera social, nacional y revolucionaria que hoy necesitan de modo urgente los españoles.
POR LA CONTINUIDAD DE NUESTRA NACION, POR LOS INTERESES DE TODO EL PUEBLO Y CONTRA SUS ENEMIGOS.
(«Nuestra Revolución», n. 1, 11 - Julio -1936)