En presencia del falangismo
Ante la campaña injusta y durísima que en el seno del falangismo hizo Primo de Rivera contra nosotros, no tuvimos otro remedio que redactar por nuestra parte frases igualmente duras.
Hoy declaramos finalizada nuestra posible y lícita protesta en ese sentido. No volveremos a ocuparnos de un modo sistemático de Primo de Rivera ni del falangismo, por grandes que sean las injusticias que contra nosotros cometan.
Deseamos dedicar nuestro afán a las batallas para las que de verdad hemos nacido. No nos va a molestar nada la presencia de cualesquiera otros, que desde planos diferentes ensayan o pretendan victorias supuestamente análogas a las que nosotros buscamos.
LA PATRIA LIBRE, órgano de las J.O.N.S., no acompaña, pues, a nadie por sendas de injusticia ni de escándalo. Ténganlo todos por seguro. Si ello es preciso, encomendaremos nuestra defensa, no a réplicas de perfil escandaloso, sino a la persistencia en una conducta honrada y limpia.
Estamos seguros de desplegar y de haber desplegado ya tal honradez en nuestro periódico que sólo quienes se acerquen a él con ánimo perverso pueden recusar nuestra palabra. Hacemos esta declaración atónitos ante unas líneas que aparecen en Arriba, el órgano de Falange, y que alcanzan tal calidad injuriosa que nos reafirma en la decisión de no seguir por ese camino a quien las haya redactado.
Además, hemos advertido que algunos grupos de F.E., que en todo momento, aunque quedaron en la disciplina de Primo de Rivera, nos han hecho llegar su deseo de considerarnos siempre camaradas, sentían hondo disgusto en presencia de una campaña como aquella a que nos hemos visto obligados. El juicio de esos camaradas nos merece la atención y el respeto más profundo. Y procuraremos seguirlo en lo posible. Aunque ahora sea allí donde quizá predomine la táctica contraria.
Así somos. Sabemos muy bien las tareas que nos corresponden. Ellas tienen que constituir y ser el norte primordial de nuestra acción. Nadie nos hable, pues, de otros pleitos, siempre minúsculos ante la magnitud del gran pleito nacional y social que tenemos ante la vista.
(«La Patria Libre», n. 7, 30 - Marzo - 1935)