El pasado día 23 hizo un año de la muerte de este joven camarada. Era el jonsista más joven y le recordamos en aquellos meses primeros de las J.O.N.S. cuando teníamos nuestro domicilio en la calle de los Caños y era el jonsismo una aurora lenta y difícil. Jesús Hernández pasaba innumerables horas en las oficinas del Partido y laboraba con magnífica ingenuidad en toda clase de tareas.
Murió de un tiro, un mes después de la tristísima confusión con F.E. Podemos considerarlo una víctima de esa confusión triste. Pues ella hizo posible que ese camarada niño tuviera en sus manos inexpertas de muchacho de quince años un aparato que en las J.O.N.S. nunca hubiéramos cometido la ligereza de darle. Y al pobre camarada le ocurrió fatalmente lo que era de temer le ocurriese: se le disparó mortalmente la pistola.
¡Pobre camarada Jesús Hernández! ¡El jonsista más joven que asistía con su propia aurora de niño a la aurora triunfal de las J.O.N.S.!
¡Recuerdo permanente a tu memoria, camarada!
(«La Patria Libre», n. 7, 30 - Marzo - 1935)